Los antecedentes más
antiguos de este sistema Se han encontrado en China, Japón y en las islas Fidji,
donde los habitantes estampaban sus tejidos usando hojas de plátano,
previamente recortadas con dibujos y que, puestas sobre los tejidos, empleaban
unas pinturas vegetales que coloreaban aquellas zonas que habían sido
recortadas. Posiblemente la idea surge al ver las hojas de los árboles y de los
arbustos horadadas por los insectos.
En Egipto también se usaron antiguamente, ya 2500 años a.C. los estarcidos para la decoración de las Pirámides y los Templos, para la elaboración de murales y en la decoración de cerámica y otros objetos. Lo mismo sucedía en Grecia.
Sin embargo, no se conoce con precisión el lugar, ni la época, ni quién inventó este sistema de impresión, muy diferente de todos los sistemas convencionales que se han ido desarrollando a partir del descubrimiento de la imprenta.
La Serigrafía es un procedimiento de impresión muy
antiguo y versátil, que consiste en el paso de la tinta a través de una
plantilla que sirve de enmascaramiento, unida a una trama tensada en un
bastidor. Desde este planteamiento, siempre se ha pensado que el origen de la
serigrafía es el estarcido, es decir, la impresión de dibujos o imágenes,
elementos decorativos, letras, etc., dibujados previamente sobre una plantilla
que, colocada sobre una superficie, permite el paso de la pintura o tinta a
través de las partes vaciadas, pasando por encima una brocha, rodillo o
racleta. Te invito a que veas un video con estos principios básicos de la
serigrafía.
El descubrimiento del estarcido se remonta a miles de
años antes de Jesucristo, pues se ha comprobado que muchas pinturas encontradas
en cuevas prehistóricas fueron hechas espolvoreando tierras coloreadas muy
molidas sobre bases puestas previamente sobre las paredes.
A partir del año 1.600 llegan algunas muestras de arte
japonés, esto permitió comprobar que no habían sido hechas con el sistema de
estarcido, sino con plantillas aplicadas sobre cabellos humanos muy tensados y
pegados sobre un marco rectangular.
Tanto en el procedimiento de la serigrafía como en el
del estarcido, la mayor dificultad era la necesidad de puentes para sujetar las
partes interiores de dibujos o letras en su sitio exacto, y ésta solamente
podía ser evitada con un segundo estarcido.
La
técnica Actual
La aplicación del sistema de impresión por serigrafía
como base de la técnica actual, empieza en Europa y en Estados Unidos a
principios de nuestro siglo, a base de plantillas hechas de papel engomado que,
espolvoreadas con agua y pegadas sobre un tejido de organdí (algodón) cosida a
una lona, se tensaba manualmente sobre un marco de madera al que se sujetaba
por medio de grapas o por un cordón introducido sobre un canal previamente
hecho en el marco. Colocada encima la pintura o la tinta, se arrastraba y
presionaba sobre el dibujo con un cepillo o racleta de madera con goma o
caucho, y el paso de la tinta a través de la plantilla permitía la reproducción
de las imágenes en el soporte.
Con esta técnica se empezó, en un principio, a
estampar tejidos, sobre todo en Francia, dando origen al sistema de estampación
conocido por "estampación a la Lionesa", con características
parecidas pero diferentes al sistema de serigrafía.
En 1907, el inglés de Mánchester, Samuel Simon patentó
un sistema de impresión de esténcil con una pantalla de seda. John Pilsworth
mejoró esta técnica desarrollando un método de impresión multicolor y fue
Anthony Velonis el artista plástico que le puso el nombre de serigrafía para
diferenciar la aplicación artística de la comercial, conocida como silkscreen.
Unos pocos años después de la patente de Simón, John
Pilsworth desarrolló un proceso multicolor. El proceso de serigrafía moderna ha
evolucionado a partir de ideas aprobadas por John Pilsworth en 1914 en San
Francisco, California. Esto es conocido por ser el primer material de
referencia sobre cómo usar la serigrafía multicolor para formar impresiones.
La invención de una laca o emulsión que permitía
sustituir el papel engomado sobre el tejido con una mayor perfección en la
impresión, inició el rápido desarrollo de este procedimiento.
Esta tecnología adquirió popularidad en el
"Movimiento Pop Art" de la década de 1960. En la actualidad, este
método se utiliza cada vez más en bellas artes y en impresiones comerciales de
pequeña tirada.
Al principio, pequeños talleres en Europa y en Estados
Unidos que aparecían con gran rapidez, empezaron a realizar los primeros
trabajos. Inicialmente, lo que parecía un sistema elemental de reproducción
animó a muchas personas a empezar estos trabajos; sin embargo, la falta de
técnica y de medios y el no proseguir con las investigaciones necesarias para
la mejora del procedimiento, los desanimaba hasta que lo dejaron
definitivamente.
La
serigrafía a la guerra
En el transcurso de la 2ª Guerra Mundial, los Estados
Unidos descubrieron lo apropiado de este sistema para marcar material bélico
tanto en las fábricas como en los propios frentes de guerra, habiéndose
encontrado restos de talleres portátiles una vez acabada la contienda.
El desarrollo de la Publicidad y el trabajo industrial
en serie a partir de los años 50, convirtieron a la serigrafía en el sistema de
impresión indispensable para todos aquellos soportes que, por la composición de
su materia, forma, tamaño o características especiales, no se adaptan a las
máquinas de impresión de tipografía, offset, huecograbado, flexografía, etc. La
impresión por serigrafía es el sistema que ofrece mayores posibilidades, como
iremos viendo posteriormente, pues prácticamente no tiene ningún tipo de
limitaciones.
La palabra serigrafía tiene su origen en la palabra
latina "sericum"(=seda) y en la griega "graphé" (=acción de
escribir, describir o dibujar). Los anglosajones emplean el nombre de
Silk-screem (pantalla de seda) para las aplicaciones comerciales e
industriales, y el de Serigrafía para la reproducciones artísticas, aunque en
la actualidad se ha impuesto este último para todas las técnicas de impresión
que tienen su origen en el tamiz, sea del material que sea: orgánico,
sintético, metálico, etc.
Este sistema, por sus especiales características,
permite imprimir sobre cualquier soporte: blanco, transparente o de color,
grueso o fino, áspero, rugoso o suave, de forma regular o irregular, mate,
semimate o brillante, pequeño o grande, de forma plana o cilíndrica, y se
pueden emplear todo tipo de tintas, previamente formuladas de acuerdo con los
materiales en los que se va a imprimir, con diferentes gruesos de capa por
depósito de tinta, calidades opacas, transparentes, mates, semimate,
brillantes, fluorescentes, reflectantes, barnices y lacas, vinílicas,
acrílicas, gliceroftálicas, catalépticas o de los componentes, al agua, etc. Se
aplica sobre cualquier tipo de material: papel, cartulina, cartón, cuero,
corcho, metal, madera, plástico, cristal, telas orgánicas o sintéticas,
fieltro, cerámica, etc., y sin ninguna limitación en el número de colores
planos o tramados, pudiendo hacerse la impresión manual o por medio de máquinas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario